A la hora de hacerte un tatuaje es importante tener en cuenta los colores de acuerdo a tu tono de piel y sensibilidad al sol. Si bien el diseño es muy importante, tener en cuenta este factor hará que tu tatuaje destaque y se mantenga mejor. Podemos dividir los tonos de piel en extra pálida, blanca, piel de tono medio o bronceada y piel naturalmente morena.
Tatuajes en piel extra pálida.
Los tatuajes de colores fuertes combinan con este tipo de piel, por el contraste generado. Es recomendable elegir un diseño con colores variados y llamativos, para que el tatuaje se destaque. Los tatuajes en color rojo y rosado quedan muy bien en las personas de piel clara. Por otro lado, es importante no utilizar demasiados colores claros, porque no se notarán lo suficiente.
Tatuajes sobre piel blanca.
Este tipo de piel es el que a mayor cantidad de colores se adapta. Por este motivo, quienes tengan este tono deberán elegir de acuerdo a sus gustos y personalidad, teniendo en cuenta que se complementen con los otros aspectos de su vida.
Tatuajes en pieles de tono medio.
Los diseños de tatuajes entonos oscuros no son convenientes para este tipo de piel, pero si el naranja, azul, violeta y azul claro. Si quieres un tatuaje de color oscuro y tienes este tipo de piel es recomendable que sea con líneas gruesas y notorias.
Tatuajes en piel naturalmente morena.
Si tu piel es muy oscura, lo mejor será utilizar tonos claros, porque los colores oscuros no se notarán. La opción es elegir colores mucho más claros que el tono de piel o mucho más oscuros. El rosado claro y el azul también pueden ser opciones interesantes. Los diseños grandes y llamativos son la mejor opción, para que sean notados al instante.
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